Este lunes, en la vuelta tras el domingo libre que tuvo el plantel, Acuña intensificó aún más los trabajos en campo con respecto a cómo había terminado la semana pasada.
Sin dudas, una gran noticia que lo acerca a recibir el alta médica de su distensión en el isquiotibial izquierdo, algo que sucederá en los próximos días: sin la certeza de que sea el martes, se espera para que finalmente se dé entre miércoles y jueves. Para esto, fueron clave que la lesión no fuera de gravedad y su gran voluntad (fue a entrenar el martes pasado, cuando solo debían hacerlo aquellos que no habían jugado en Vicente López) y capacidad física para emprender la recuperación: en la intimidad del Camp resaltan que lo ven de muy buena manera.
Eso sí: más allá de que en la planificación del cuerpo técnico está que reciba el alta antes del partido contra Vélez, no formará parte de la consideración porque Gallardo piensa cuidarlo y tenerlo al 100% para el partido que abrirá las semifinales de la Libertadores. Que se repita lo sucedido contra Platense, esta vez, no dará tiempo para maniobrar. Su lugar será ocupado por Enzo Díaz, mientras que Milton Casco irá a la derecha para reemplazar a un Fabricio Bustos cuyas chances de estar en Brasil corren a contrarreloj.
Por experiencia y juego, es determinante que el Muñeco lo pueda contar para el encuentro ante el rival de mayor jerarquía individual y colectiva al que enfrentará River en el año: en los 600′ que suma en ocho partidos (siete veces titular) le alcanzó para adueñarse indiscutidamente del lateral iquierdo y para aportar toda su clase. Subidas al ataque, defensas aguerridas, calma en los momentos tensos, gambetas, conexión con los volantes y hastas asistencias -como la que le dio a Pezzella en la ida vs. Colo Colo-: en el Camp saben que es un bastión fundamental para soñar con la Quinta.





