River empató 0-0 con Atlético Mineiro en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores 2024 y, por el 0-3 logrado por el Galo en el encuentro de ida en Belo Horizonte, quedó eliminado del certamen continental.
La urgencia que tenía River para revertir la desventaja de tres goles, hizo que iniciara el partido con la ansiedad lógica de ir en busca del arco rival. El empuje de la gente también era otro factor que se hacía notar desde afuera, y el nerviosismo se apoderó rápidamente de todo el estadio.
El Millonario igualó sin goles como local frente al Galo y no pudo lograr la hazaña de revertir el 0-3 de Belo Horizonte. El elenco brasileño jugará la final ante el ganador de Peñarol y Botagofo, que mañana definen al otro finalista.
El equipo que hizo lo que pudo con lo que tiene para al menos lastimar. Que remató 35 veces pero sólo seis de esos tiros fueron al arco. Que pateó 20 inofensivos tiros de esquina. Y que ni así logró iniciar el camino hacia esa épica que imaginaron millones y que quedó en eso. En una ilusión trunca. Que dolerá todavía más dentro de un mes cuando el 30 de noviembre, en Núñez, se juegue la final entre Mineiro y -posiblemente- Botafogo. La ilusión quedó frenada en el penúltimo casillero.





