El fraternal abrazo de Enzo Pérez con Marcelo Gallardo y sus excompañeros, en la previa del triunfo de River por 2-1 sobre Estudiantes de La Plata, tocó algunas de las fibras más íntimas de los hinchas riverplatenses.
La ilusión de ver al mendocino con la banda roja un tiempo más, hoy por hoy, solo es eso: un deseo. Sin embargo, hay motivos que llevan a que ese sueño pueda convertirse en realidad en los próximos meses.
En los pasillos del estadio Monumental comentan que el volante central tendría ganas de retornar al cuadro del cual es fanático, al punto de tener el escudo tatuado en la espalda, detrás de la Virgen de Luján. Además, deslizaron que Pérez habría pedido disculpas a los jugadores del Millonario hace poco por los «enojos» que lo tuvieron a maltraer en el segundo semestre de 2023, que no le permitieron transmitir una «energía más positiva».
Fueron meses complicados los que pasó el mediocampista en el cierre de su estadía en Núñez. Luego de la derrota a manos de Inter de Porto Alegre en los octavos de la Copa Libertadores, Enzo tuvo un cortocircuito que nunca pudo arreglarse con el entrenador de ese momento, Martín Demichelis. El exdefensor convocó a periodistas a una reunión off the récord en la que habría dicho que algunos futbolistas no iban a estar en los planes de 2025, entre ellos el oriundo de Maipú.
El rumor llegó a sus oídos y la relación jamás pudo recomponerse. De hecho, el excapitán confirmó, aunque ya era un secreto a voces, que se iba del club en la conferencia de prensa posterior a la obtención del Trofeo de Campeones, frente a Rosario Central en Santiago del Estero, y no mencionó a Demichelis en los agradecimientos. En marzo, cuando se encontraron cara a cara en la final de la Supercopa Argentina, el saludo fue frío y distante: una imagen dijo más que mil palabras.





