El presidente de River Plate, Jorge Brito, dejó una frase que resume el vínculo profundo entre la dirigencia y el club: “Para todos nosotros River es nuestra segunda casa. Para Stefano es la primera”. Sus palabras apuntan directamente a Stefano Di Carlo, uno de los dirigentes más jóvenes y de mayor proyección dentro del club, cuya vida está íntimamente ligada a la institución de Núñez.
Di Carlo, actual vicepresidente 2° de River, comenzó su recorrido en el club desde muy pequeño. Hijo de una familia riverplatense, creció entre los pasillos del Monumental y se involucró tempranamente en la vida política e institucional del club. Esa cercanía lo llevó a ocupar distintos cargos hasta convertirse en una de las figuras clave de la gestión actual. Su historia personal refleja el sentimiento de pertenencia que Brito quiso destacar.
A lo largo de los últimos años, Stefano se ha consolidado como un dirigente influyente en temas vinculados al desarrollo institucional, el área social y el vínculo con los socios. Su capacidad de gestión y su compromiso constante con los proyectos a largo plazo lo posicionaron como una pieza central en la renovación dirigencial de River. No es casual que desde el seno del club lo describan como alguien que vive más tiempo en el Monumental que en su propia casa.
Las palabras de Brito no solo buscan resaltar el afecto personal, sino también subrayar el peso que tiene Di Carlo dentro del presente y futuro de River. Al decir que para él el club es su “primera casa”, apunta a un dirigente cuya identidad, formación y proyección se encuentran completamente atravesadas por la camiseta roja y blanca. Para muchos socios, Stefano representa una nueva generación de conducción que combina pasión, profesionalismo y una vida entera ligada al club.





